OPINIÓN: Cómo impedir que tus hijos se vuelvan adictos a sus smartphones
Los teléfonos móviles, aunque estén en vibrar, pueden perturbar el sueño de los jóvenes. (iStock by Getty Images).
Por Mel Robbins |
Nota del editor: Mel Robbins es colaboradora en CNN y analista legal. Robbins es la fundadora de Inspire52.com, un sitio web de noticias positivas y autora de ‘Stop Saying You’re Fine’, sobre cambios de administración. Habla sobre liderazgo en el mundo y en 2014 fue nombrada Locutora de Radio Destacada de Noticias por los Premios Gracie. Síguela en Twitter@melrobbins. Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Mel Robbins.
(CNN) — ¿Alguna vez sentiste que perdías la batalla de los teléfonos móviles con tu hijo adolescente? Yo también. Pero estoy a punto de compartir un movimiento genial que te ayudará a ganarla de nuevo.
Cuando le dimos a nuestras hijas (ahora de 13 y 15 años) sus celulares para “emergencias” por primera vez, les hicimos firmar un contrato, monitoreamos cada mensaje de texto y restringimos dónde y cuándo podían utilizar sus teléfonos. En menos de un año, perdimos control de la situación.
Está la actividad de búsqueda para los principiantes, y luego las historias en Snapchat, Vines, publicaciones en Instagram, mensajes de Facebook, preguntas de Ask.fm y cuentas de Twitter. Está la sorprendente realidad de que el adolescente promedio envía entre 50 y 100 mensajes de texto al día; algunos hasta 300, y el 70% de estosadmiten esconder su comportamiento en línea de sus padres.
Añádele a esto que el 84% de los adolescentes duermen con, junto a o encima de sus teléfonos celulares, según el Estudio Pew de Investigación de Internet, y entramos al reino de las preocupaciones de salud. Podríamos no ser capaces de monitorear cada movimiento en línea de nuestros hijos, pero podemos hacer algo sobre esto. Y aquí viene el movimiento genial:
Recientemente adoptamos una regla de “entrega a la hora de dormir” en nuestra casa, una idea que robé de un experto en paternidad. Es sencilla, y debes intentarla. A la hora de dormir, cuando “acuestas” a tus hijos en la noche, deben “entregar” su teléfono para que tú lo cargues.
¿Por qué? Resulta que es una idea horrible dejar que tus hijos duerman con sus teléfonos móviles. Los priva del sueño, los hace sentirse obligados a estar a “la espera” de sus amigos a todas horas de la noche y previene que creen límites saludables con la tecnología.
La investigación es indisputable en cuanto a que los adolescentes necesitan “tanto tiempo de dormir o más” como cuando eran niños; eso es entre nueve y 10 hora de sueño cada noche, y solo el20% de estos lo hacen, ¡gracias a que duermen con sus teléfonos!
Cuando no duermen, se desempeñan mal en la escuela, se sienten hambrientos, tienen acné, son más susceptibles a la gripa y son demasiado emocionales.
Aunque la mayoría de los adolescentes ponen sus teléfonos en vibrador en la noche, con cada vibración y mensaje de texto que llega, su sueño se interrumpe. Los investigadores del sueño dicen que la luz azul del reloj en un smartphone apaga los receptores del cerebro que están diseñados para mantenernos despiertos.
Antes de que implementáramos la regla “entrega a la hora de dormir”, a menudo encontraba a nuestra hija de 13 años dormida en su cama, con la música todavía reproduciéndose en sus audífonos. Nuestra hija de 15 años todavía tenía varias horas de tarea por terminar así que le daba las buenas noches y le recordaba que pusiera la alarma de su celular a las 06:00 horas.
Ahora nuestra hija de 13 años “entrega” su teléfono a las 21:00 horas cuando se va a dormir. Nuestra hija de 15 años “entrega” su teléfono a las 22:00 horas. Los teléfonos son apagados y conectados a un enchufe en el piso de nuestra recámara; donde se cargan toda la noche.
Al quitarle el teléfono, también rescatarás a tus hijos de necesitar estar “esperando” a sus amigos.
El médico Orfeu Buxton, un neurocientífico y profesor en la división de medicina del sueño en la Escuela Médica de Harvard, encontró que el 10% o 15% “de adolescentes en la secundaria son insomnes endurecidos que no solo duermen con sus teléfonos celulares sino que sienten que son responsables de intrusión, en caso de que un amigo los necesite”.
Como explicó una chica de preparatoria en el estudio Pew, “nuestros amigos envían mensajes constantemente, y las personas me despertarán a la medianoche y tendré que despertarme y hablar con ellos o pensarán que estoy enojada con ellos o algo”.
Te criticarán, pero puedes soportarlo. Nada bueno sale de un adolescente, solo en su habitación, tarde en la noche con un teléfono móvil.
“Pero lo uso para mi despertador”.
“Te despertaré”.
“Mis amigos podrían necesitarme”.
“Cúlpame. Si es una emergencia, pueden llamar a la casa y te despertaré”.
Tuvimos la regla “entrega a la hora de dormir” durante aproximadamente tres meses en nuestra casa y la diferencia fue sorprendente. Las adolescentes de mal humor y sin sueño que solían llegar a la cocina (con teléfono en mano) fueron reemplazadas por adolescentes medio despiertas que a veces incluso nos hablan. Reciben sus teléfonos después de que terminan de desayunar y las mochilas están listas.
Hace algunas semanas, al llevar a mi hija a la casa de una amiga para una pijamada, me entregó su teléfono. “Creo que debería entregar esto ahora, ya que no estarás aquí para darme las buenas noches. Te llamaré del teléfono de Ellie si te necesito”.
Durante un breve momento, en realidad sentí que tenía otra vez el control de esta paternidad
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