Tradiciones de boda mexicana
Es muy difícil definir concretamente en qué consiste la identidad de un país. Octavio Paz decía que la fiesta es parte de la identidad mexicana: decía que “somos un pueblo ritual”. La verdad es que todas las culturas tienen sus ritos y sus simbologías. En el caso particular de México, nuestras fiestas se nutren de tradiciones indígenas y tradiciones españolas. Ambas culturas tenían, cuando se encontraron, sus propias y muy antiguas visiones del mundo y, con ello, sus propios rituales. Por otra parte, y a pesar de que no todos los mexicanos somos católicos, es cierto que nuestras fiestas están íntimamente relacionadas con temas religiosos, y los rituales que se llevan a cabo en una ceremonia religiosa pueden usarse también en una boda que sea solamente civil, ya que cada uno significa algo relacionado con el amor.
Con los siglos, hemos incorporado además algunas costumbres francesas y, más recientemente, nuestro contacto constante con Estados Unidos ha dejado su rastro en las celebraciones de ambos países. Así, cada boda tiene su personalidad, pero hay tradiciones que no pueden faltar en una boda mexicana: folclor, sabor, colores, símbolos y rituales que todas las bodas comparten y que son ansiosamente esperadas por novios e invitados. ¿Cuál es tu favorito?
Los anillos
En México se acostumbra que el novio entregue un anillo a la novia para pactar su compromiso. Este anillo se porta en el dedo anular, ya que la leyenda dice que está conectado con el corazón. El significado del anillo varía de acuerdo al color de la piedra preciosa que tenga incrustado, pero siempre simboliza lo mismo: el amor eterno, ya que un anillo no tiene principio ni final. Más adelante, en la boda, los novios intercambian argollas matrimoniales que también se colocan en el dedo anular. Este acto se realiza en señal de una promesa mutua de fidelidad y de amor inagotable.
El ramo
Esta tradición es de las más antiguas y simboliza la pureza y la fertilidad. En México se acostumbra portar dos ramos: uno se entregará a la Virgen después de la ceremonia religiosa, para pedir su bendición en el matrimonio y para agradecerle su compañía en la misa. El otro ramo lo lleva la novia en la recepción hasta uno de los momentos más esperados: las solteras se reúnen alrededor de la novia, quien, de espaldas, lo arroja por encima de su hombro para que alguien lo atrape. Se dice que la soltera que lo gane será la próxima en casarse. También se puede llevar un tercer ramo, para conservarlo como amuleto de buena suerte o como un lindo recuerdo.
El vestido blanco
Antaño, el color del vestido de novias era lo más importante y tenía que ser blanco, lo más blanco posible. Esto se debe a que, además de simbolizar la pureza y la inocencia de la novia, significaba que la novia se conservaba virgen, lo cual era considerado una virtud. Hoy el vestido puede ser de cualquier color y de cualquier diseño, y, aunque el blanco no representa forzosamente que la novia no haya tenido aún relaciones sexuales, sigue simbolizando su paz interior.
El velo
También era tradicional llevar un velo que cubría el rostro de la novia. Actualmente este velo se lleva como un tocado en el cabello y puede tener flores en la coronilla o ser tan largo que cubra la espalda. El velo se retira al iniciar la misa o cuando los novios se dan un beso al final y simboliza la protección de Dios para matrimonio y para la virtud de la novia.
El lazo
Durante la ceremonia religiosa también se acostumbra rodear a los novios con un lazo. El lazo tiene forma de círculo o de infinito y simboliza el vínculo sólido del matrimonio y cómo el amor los reúne a los novios y los envuelve frente al mundo. Puede llevar en el centro unas flores o una cruz y suele ser colocado por una pareja que tenga una relación larga y estable.
Las arras
Las arras son 13 monedas de oro. En la ceremonia, la pareja las sostiene en sus manos para atraer la abundancia mientras se les da una bendición. También simbolizan que la pareja compartirá su bonanza y que se ayudarán uno al otro para que su nuevo hogar sea próspero.
Los padrinos
En algunos países los padrinos y madrinas son sólo acompañantes de los novios, pero en México se acostumbra que los futuros esposos reciban apoyo de sus familiares o amigos más cercanos: los madrinos y padrinas… eso, obsequian a los novios cada una de las piezas para la ceremonia religiosa y, si quieren, algunas cosas para la recepción. Idealmente, esto es voluntario y se hace con mucho cariño, pero además los padrinos serán los encargados de guiar a los novios en la vida de pareja.
Arroz
No, no sólo es la frase de Mauricio Garcés: a la salida de la iglesia, se acostumbra arrojar arroz sobre los recién casados paraatraer la abundancia a su nuevo hogar. Actualmente, debido a las normas de algunas iglesias, el arroz se sustituye porpétalos de flores, confeti o incluso dulces. Es una manera de recibir al matrimonio deseándole prosperidad y compartiendo su alegría.
Prohibido mirar
Es costumbre que los novios pasen el día anterior a su boda sin verse. Se dice que ver a la novia antes de casarse es de mala suerte para el matrimonio, mucho peor si ya lleva su vestido, así que es necesario tener paciencia. Desde luego, ¡vale la pena la espera! Por cierto, también se dice que una mujer soltera no debe probarse el vestido de novias, ni el anillo de otra chica.
Los accesorios
Otro mito es que la novia no debe usar perlas el día de su boda. Las perlas tienen forma de lágrima, por lo que se dice que auguran sufrimiento para el matrimonio. Por el contrario, las novias suelen llevar: o algo viejo, para que sus raíces las acompañen en el nuevo camino, o algo azul, como símbolo de fidelidad a su esposo, o algo nuevo, representando la esperanza en la nueva vida, o algo prestado, como recordatorio de que la pareja estará acompañada por sus seres queridos.
El baile del billete
En la recepción, los novios abren el baile y, después de la primer pieza, se les unen el resto de los invitados. Mientras bailan, se les cuelgan billetes a los novios con alfileres y seguritos, en el traje y en el vestido. De esta manera se les deseaprosperidad y el dinero puede ser aprovechado para pagar la luna de miel o comprar cosas necesarias para el hogar recién iniciado.
La víbora del mar
Una tradición muy gustada es que se arme la víbora en la fiesta: los novios se colocan en sillas y se toman de las manosformando un puente. Debajo de ellos, los invitados pasan bailando en una hilera. Si los novios atrapan a alguien con los brazos, él o ella deberá tomar su lugar para que los novios puedan bailar con los demás. Es un juego de niños muy bonito, pero les sugerimos que no hagan eso de querer tirar a los novios, porque Youtube va a estar encantado de ver el resultado.
La liga
No es precisamente la liga de la acción, pero casi: en este ritual, el novio retira el liguero de la pierna de la novia y lo lanza. El invitado varón y soltero que la atrape será, según el mito, el siguiente que se case. Muchas novias prefieren llevar una de repuesto para no tener que levantarse la falda delante de todos los invitados, ya sea por comodidad o para no enseñar de más.
El mariachi
¡Cuando los invitados están despistados y suena la trompeta a todo lo que da! No hay un momento específico para que entre el mariachi a la recepción; incluso puede ser cuando los novios salgan de la iglesia o cuando firmen el documento de la boda civil. Pero el mariachi es una tradición mexicana por excelencia y su música alegra toda la fiesta.
El muertito
Durante el baile, entre la víbora y el ramo, viene la hora de que los invitados varones se reúnan y carguen al novio alrededor de la pista de baile… como si fuera un muertito (ja ja, qué chistosos). La verdad es que sí es un poco divertido, porque después lo avientan una y otra vez al aire. Aunque no faltan los maldosos que lo dejan caer al suelo, casi siempre termina bien.
Los chilaquiles
Esto es totalmente opcional, pero está muy en boga que la fiesta, cuando se prolonga hasta muy tarde o hasta muy temprano, pero del día siguiente, termine con un solemne plato de unos chilaquiles bien picosos. Quizás no sea tradicional, pero no se me ocurre nada más mexicano que unos riquísimos chilaquiles verdes con un buen café de olla. Excepto un caballito de tequila.
Los recuerditos
En casi todo tipo de fiestas mexicanas se dan los famosos recuerditos, pero los de la boda, así como los de los bautismos, tienen su origen en el famoso itacate, que consiste en llevar un poco de comida de la fiesta a la casa. Antaño, se repartían incluso cazuelitas con un guisado preparado exclusivamente para esta finalidad. En algunas regiones de México aún se hace así. Sin embargo, ahora es usual que se regalen algunos detallitos, que pueden ser desde muñequitos hasta playeras y pantunflas con los nombres de los novios y la fecha de la boda. Por supuesto, no es extraño que los invitados se lleven todo lo que hay en la mesa: los vasos, el centro de mesa, los saleros. Es por eso que algunas parejas prefieren personalizar cada una de estas piezas.
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