¿Por qué se lanza el ramo?
Por ahí del siglo XIV, en Francia, existía la curiosa costumbre de perseguir a la novia después de haberse casado, ya que se creía que un pedacito de su vestido daba buena suerte en el amor. Eran, sobre todo, los caballeros quienes perseguían a la novia, porque se decía que la prenda les ayudaría a conquistar el corazón de la doncella que tuvieran en la mira.
Con el tiempo, esta actividad tomó dos caminos: hubo un tiempo en que era el novio quien retiraba una prenda de la novia para obsequiarla a sus amigos, y así nació la costumbre de tirar la liga. Por otro lado, las flores se conservaron como un símbolo femenino, por lo que, cuando se decidió que fuera la novia misma quien lanzara su prenda, se adoptó como regalo ideal para las invitadas un ramo de flores.
Actualmente, es uno de los momentos más esperados en las bodas del mundo Occidental.
El gran momento
La tradición dicta que la novia se coloque en la puerta del registro o de la iglesia, después de haber contraído matrimonio, y, vuelta de espaldas, lance su ramo hacia sus invitadas solteras. Quien lo atrape será la siguiente en casarse. Esta creencia se desarrolló gracias a varias leyendas y se sabe que, incluso si no se cumple, el ramo puede atraer el amor y la fortuna, según las tradiciones celtas.
Actualmente, lo más habitual es que el ramo se lance en la recepción de la boda. Es un momento temido para quienes no dominan el tacón y añorado para quienes ya quieren dar el gran paso. No faltan las exclamaciones del público masculino ni el bullicio de los animadores, y, como soundtrack de fondo, suele escucharse Single Ladies, de Beyonce, alguna salsa o algún rítmico rock que nos remita a una película sobre bodas, como Shout, de los Isley Brothers.
Así, la novia arroja su ramo y no sólo se cumple la tradición con más calma que afuera de la iglesia, sino que se anima la fiesta.
Las sorpresas
Arrojar el ramo es, ante todo, una tradición divertida. Tú elijes cuando tirarlo y puedes personalizarla como quieras. Elige una canción chistosa, organiza un baile, o sorprende a tus invitadas: puedes tomarlas por sorpresa, dejar que sea tu novio quien lo arroje o lanzar dos ramos, para que se dividan y nadie sepa qué sucedió. Incluso puedes dividir el ramo en varias partes y hacer una lluvia de flores, o combinar el ritual con otra actividad, como lanzar globos o confeti.
Tus pajecitos y los acompañantes del novio pueden ayudarte. Si habrá muchos niños invitados, prueba hacer alguna actividad divertida, como un ramo sólo para ellos. También puedes organizar un lanzamiento de ramo para solteros y otro para solteras, e incluir a las casadas no está prohibido: el ramo puede darles buena suerte en su matrimonio, así que sólo anúncialo y tendrás una multitud a tus espaldas.
Si quieres un giro muy romántico, toma a tu novio de la mano y tiren el ramo juntos, u organiza toda una ceremonia con ayuda de tus pajecitas.
El significado del ramo de novia
Originalmente, el ramo de la novia simbolizaba su pureza y su fertilidad. Se le han sumado, gracias al paso del tiempo, los significados de armonía y alegría. Que la novia porte un ramo de flores es una tradición que se remonta a tiempos ancestrales y a distintas culturas. Por ello, cuando lanzas tu ramo para las invitadas, les estás obsequiando una parte de ti y tus deseos de que sean tan dichosas como tú en ese momento.
Cada flor y color tiene su significado, así que elije tu combinación favorita. Puedes seleccionar flores naturales, deshidratadas, o artificiales, para que la ganadora pueda conservarlo como recuerdo de tu boda.
Guarda tu ramo
Recuerda que puedes llevar tres ramos: uno a la ceremonia religiosa, uno para tus invitadas, y otro para conservarlo. Este último puedes sostenerlo durante la recepción, ponerlo como centro de mesa, u obsequiarlo a alguien especial, como a tu mamá, a tu abuela o a tu suegra.
Para que no se estropee, solicita que lo guarden en el refrigerador, o bien, pide que le pongan agua azucarada y apártalo del sol. También este puede ser de flores naturales o artificiales, las que tú elijas.
¡Más ramos!
A todos nos encanta recibir flores (sí, incluso a los hombres) así que, si quieres tener un detalle con tus invitadas, con tus damas o con las niñas de tu boda, reparte ramitos de flores que se parezcan al tuyo. Es tradición que las mujeres que te acompañen en el cortejo usen un bouquet, de lo cual estarán encargadas tu madrina de ramo o tú misma.
Si lo prefieres, puedes no arrojar tu ramo y regalarlo a una soltera muy especial para ti: tanto si quiere casarse como si no, le estarás deseando la mejor de las suertes.
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