¿Por qué se avienta al novio en la boda?
Así como algunas de las tradiciones de boda son muy bellas y ansiadas por los invitados, también hay algunas tradiciones bastante polémicas. Lo que pensamos de una traición en particular depende del lugar y el momento en al que pertenecemos y el lugar y el momento al que pertenece la tradición.
Además de apreciar o comprender los orígenes y las importancias de éstas costumbres significativas para la sociedad, también podemos encontrar nuevas perspectivas y resignificar las usanzas de antaño: de esta manera, la tradición sigue viva y adopta un poquito de nosotros.
La tradición del muertito en la boda es de ésas que pone incómodas a muchos, mientras que otros la consideran sumamente divertida. Consiste en lo siguiente: entre todos los invitados varones levantan al novio sobre sus cabezas y lo cargan alrededor de la pista o por todo el lugar de la recepción.
Después, se despoja al novio de algunas prendas o accesorios (el saco, el cinturón, los zapatos), todo esto acompañado por la marcha fúnebre. Por último, los invitados lanzan al novio al aire varias veces. La novia suele recoger las prendas que van quedando por ahí, pero pueden ayudarla las damas o algún padrino que esté dispuesto a perderse de la diversión.
El significado de esta tradición es que el matrimonio es la muerte del novio (las cosas como son). Sin embargo, también es una manera de simbolizar el inicio de nueva vida en la que el novio será más responsable que cuando era soltero, el inicio de una etapa feliz y emocionante, como un nuevo despertar.
Puede ser un momento muy alegre en la fiesta, y muy vertiginoso para el novio (¡imagínate lo que se siente!). También verlo puede ser divertido… especialmente en Youtube… sobre todo si el novio se cae… Así que los invitados deben ser muy cuidadosos para que no haya accidentes.
No se sabe muy bien de dónde proviene esta tradición o desde cuando se practica, pero hay quien afirma que es completamente mexicana. No siempre es decisión de los novios celebrarla: a veces los familiares y amigos del novio lo toman por sorpresa y cuando menos cuenta se da ya está volando en el aire.
Su duración varía dependiendo de qué tan larga sea la “procesión” y de cuántas veces se lance al novio. Suele llevarse a cabo después de la víbora de la mar, después del ramo, o a la mitad del baile.
Lo más importante en las bodas es que todo lo que hagan los novios lo hagan convencidos de que quieren hacerlo y se sientan cómodos en su celebración, por lo que será decisión del novio (y sería bueno que tomara en cuenta la opinión de la novia) si tendrá su procesión de cambio de vida o si no es partidario de las emociones fuertes.
Si tendrán su muertito en la boda, ¡disfrútenlo mucho! A partir de mañana empieza la nueva vida de ambos.
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