Errores a evitar antes de la boda
Una boda perfecta es aquella de la que los novios pueden disfrutar plenamente y sin distracciones. Los invitados se divierten y admiran lo que se ha preparado para compartir este gran momento, y todo transcurre con alegría y naturalidad. Este equilibrio es relativamente fácil de conseguir: el ingrediente principal es una buena organización y reducir al mínimo la posibilidad de un incidente en pleno día B. Éstos son algunos errores fáciles de cometer antes de la boda y también fáciles de evitar, ¡no caigas en ninguno!
Descuidar la salud
Dejar de comer, someterse a dietas y tratamientos invasivos, no dormir, no tomar medicamentos prescritos, dejar de asistir a citas médicas programadas, estresarse… Cualquier cosa que afecte su bienestar afectará también a la boda. Cuiden de su salud procurando llevar una dieta balanceada y baja en irritantes, estar hidratados y dormir lo suficiente. No permitan que las prisas o los nervios los controlen y trabajen en los aspectos de su vida que les ayuden a tener un mejor control de ustedes mismos.
Demasiados compromisos sociales
Muchas parejas temen que después de casarse ya no puedan llevar el mismo ritmo social al que están acostumbrados como solteros. Sin embargo, salir con demasiada frecuencia antes de la boda puede ocasionar estrés, retraso en las tareas y agotamiento. Aprovechar el tiempo al máximo no significa ocupar cada espacio de tu agenda con compromisos sociales: pasa momentos significativos y placenteros, y vívelos concentrándote en lo que estás haciendo y no en lo que falta por hacer. Dedica tiempo a las personas más importantes para ti y charla con tu pareja sobre los ajustes que harán después de casarse para no perder su vida social.
Destantear a los invitados
Los cambios de último minuto en el lugar de la boda, en la fecha o en el horario a veces son inevitables y quizás no esté en tus manos controlarlos, pero realizar muchas modificaciones despistará a tus invitados. Procura estar segura de tus decisiones, planea con tiempo y comunícate con tus seres más cercanos, para que estén al tanto de los cambios de último minuto y no se confundan. Ten en consideración a quienes viven más lejos o tienen menos tiempo libre y lleva un control de tu lista para que no olvides avisarle a nadie en caso de una eventualidad inesperada. De preferencia, no mandes tus invitaciones hasta que no estés segura de que la información es definitiva.
Mala administración del presupuesto
Este es un error que puede darse en cualquier momento con el resultado de que la boda se salga completamente de control. Es necesario llevar, en todo momento, un registro claro y un control riguroso de las finanzas relacionadas con la boda. No te termines el presupuesto de un día para otro: piensa con la cabeza fría, ten confianza en tus decisiones y ejercita tu fuerza de voluntad. Nunca se sabe qué puede pasar, así que maneja paso a paso con tu presupuesto.
Todo a la mera hora
Las grandes ideas necesitan el tiempo suficiente para desarrollarse. Si vas a ofrecerle a tus invitados una mesa de dulces, un coctél de bienvenida o una actividad sorpresa, planéala con tiempo y prepárala con anticipación. De esta manera podrás detallar a fondo tu boda y tendrá un toque aún más especial y personal. En caso de que tuvieran alguna idea de último minuto, designen a un padrino o a una dama de honor para que organice todo por ustedes y no los coman los nervios y las prisas. Las invitaciones, encargar los recuerditos, apartar servicios y proveedores… Todo eso debe estar hecho bastante tiempo antes de la boda.
Malas ideas para el día antes de la boda
El día antes de la boda debería servir, más que otra cosa, para que los novios descansen y lleguen frescos a su gran día. Los tratamientos de belleza como tintes, cortes, exfoliaciones, depilación e incluso masajes con sustancias potencialmente irritantes pueden ocasionar reacciones en el organismo que les impidan disfrutar de la boda. Tampoco es recomendable salir hasta tarde y beber demasiado, porque el día siguiente será largo y lleno de emociones. Las despedidas de solteros tampoco son una buena actividad, ya que pueden ser muy cansadas. Lo mejor es relajarse y despejarse, y no exponerse a sufrir algún accidente, por ligero que sea, que les impida sentirse bien en su boda.
No cuidar el look de la boda
Deben estar lo más cómodos que se pueda en su boda, así que es un gran error comprar su outfit a la carrera, no realizar pruebas de vestuario que integren peinado y maquillaje y, sobre todo, descuidar su calzado. Pongan atención en cómo se ven y cómo se sienten y realicen o soliciten los ajustes necesarios en sus prendas. Tampoco es buen momento para descuidar su imagen personal, por más presiones que tengan. Los novios pueden diseñar y seguir agendas de belleza para cuidarse y consentirse, y verse mejor que nunca en su boda.
Errores en la planificación
El clima, la tecnología, la salud… Hay muchas variables que no podemos controlar, pero sí que las podemos prevenir, organizando planes b, confirmando con anticipación los servicios y proveedores, llevando botiquines… Ten previstos todos los detalles necesarios para que, pase lo que pase, la boda pueda transcurrir con la mayor tranquilidad posible. Esto incluye prepararte para enfrentarte a situaciones inesperadas con calma y sin estresarte. Organiza varias actividades para que la boda sea dinámica y nadie se aburra o se distraiga.
Suspender la comunicación
Una boda requiere de mucho esfuerzo, así que acepta la ayuda de tus madrinas y padrinos y de las damas de honor y best men. No te presiones intentando hacerlo todo por tu cuenta. Es mejor evitar postear demasiado sobre la boda en tus redes sociales y concentrarte en mantener una buena comunicación con tu pareja y tus seres queridos. Y, cuando necesites estar solo, exprésalo y tómate un momento.
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