¿Realmente el consumo de alcohol ayuda a aliviar el estrés?
Con beber tan solo un poco de alcohol puedes sentirte más cercano a tus amigos, comienzas a prestar atención al momento, sientes que tu ánimo mejora y tal vez hasta ahuyentes a tus preocupaciones. Por otro lado, podría arruinar tu cuerpo, mente y vida.
Claro que el alcohol tiene sus desventajas, pero ¿quién no ha tomado unos cuantos tragos para despejarse? Entonces: ¿Beber (no necesariamente mucho, tan solo un poco) verdaderamente disminuye los niveles de estrés como parece, o no? Consultamos a algunos especialistas y esto fue lo que aprendimos.El veredicto: Sí, el alcohol puede aliviar el estrés cuando se consume en cantidades limitadas, en ciertas personas, en situaciones específicas. En casi todos los demás casos puede empeorar el estrés.
Lo que realmente pasa: El alcohol reduce la respuesta fisiológica al estrés. Sin embargo, puedes sentir la necesidad de emborracharte para recibir ese beneficio siempre, así que no es una buena estrategia para libertarte del estrés a largo plazo.
Alivio del estrés social
Comencemos con una experiencia placentera y positiva: Eres un bebedor moderado. En los hombres, beber moderadamente significa consumir no más de cuatro bebidas por ocasión y no más de 14 tragos por semana, según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos. En las mujeres, son máximo tres bebidas por ocasión y no más de siete en total a la semana.
No tienes un trastorno de ansiedad, no estás deprimido, no tomas medicamentos que no se pueden mezclar con la bebida y no tienes antecedentes familiares de dependencia al alcohol. Simplemente te gusta tomarte uno o dos tragos con tus compañeros de trabajo, tus amigos, tu pareja. ¿Te alivia el estrés?
Probablemente. "En los niveles más bajos de intoxicación, un nivel de alcohol en la sangre de 0.04, equivalente a dos tragos en la mayoría de las personas, el alcohol puede ser algo placentero", dice el jefe del Laboratorio de Alcohol, Comportamiento y Salud de la Universidad de Missouri, Kenneth Sher. (El 0.4 es el límite legal de alcohol para conducir en México y en Estados Unidos.)
"Sin embargo, también podría ser el fenómeno de 'llorar en tu cerveza'" (sentir autocompasión o ponerte triste o melancólico al beber alcohol), advierte Sher.
En el nivel de "ligeramente borracho", el alcohol es un lubricante social que a menudo mejora el ánimo. Empiezas a liberarte de algunas preocupaciones, prestas atención al momento con tus amigos. "A excepción de las personas con dependencia del alcohol, la mayoría de la gente bebe en situaciones sociales", dice Sher.
"El disfrute en general es mayor porque realza esa experiencia social. Beber en un grupo crea cohesión, aumenta los lazos y la creación del grupo; y esto es claramente un beneficio social", agrega.
"Si es parte de un estilo de vida donde se disfruta de la comida y del alcohol, y se tiene el gusto de hacerlo, está bien", dice la médico Carol Landau, profesora de Psiquiatría de la Universidad de Brown. "Es un hábito agradable, un estilo de vida placentero".
Borracho y ¿sin estrés?
Otro escenario es beber, digamos, cinco latas de cerveza en dos horas. Entonces "el alcohol reduce las respuestas de ansiedad, disminuye tu respuesta al estrés y tu frecuencia cardiaca y te insensibiliza a los factores de estrés, especialmente si los experimentas cuando estás borracho", dice Sher.
Pensar que bebiste alcohol te hace sentirte más guapo
¿Tienes algún problema con esto? Sher ciertamente lo tiene: "Desafortunadamente, los efectos de reducción del estrés más confiables del alcohol ocurren en las dosis más problemáticas, en materia de daños graves y dependencia", dice.
¿Cómo puedes saber que estás navegando al lado oscuro? "Si estás regularmente deseando un trago para aliviar el estrés, es una señal de alerta", dice Sher. "Existe una relación muy estrecha entre pensar 'El alcohol me ayuda a relajarme' y 'Tomar unos cuantos tragos me ayuda a olvidar mis problemas' con los problemas de dependencia de alcohol".
"Ten especial cuidado si tienes problemas de ansiedad", agrega Landau. "Si padeces un trastorno de ansiedad, tienes el doble de probabilidades que la población en general de desarrollar una dependencia al alcohol.
"Si tomas medicamentos, beber asiduamente es aún más peligroso: nunca mezcles medicamentos con benzodiazepina para el tratamiento de trastornos de la ansiedad o ataques de pánico (Xanax, Ativan, Clonipina) con el alcohol. El alcohol también interactúa negativamente con muchos otros medicamentos", dice Landau.
Incluso si no padeces de un trastorno de ansiedad (o depresión), es fácil caer en el mal hábito de usar el alcohol para relajarte. "Veo a toda una generación que se acerca a los 30 años, que utiliza estimulantes para estudiar, y luego alcohol y marihuana para divertirse", dice Landau. "No es un buen patrón".
En las mujeres que ya alcanzaron los 30 años, ve otro patrón: "Sus días activados con la cafeína están llenos de estrés, de manera que vuelven a casa estresadas y se toman un trago. Este tampoco es un hábito sano".
Dependiente de la bebida
Una vez que dependes del alcohol para reducir el estrés, estás en problemas. "Cuando dependes del alcohol, estás estresado desde el nivel básico", dice Sher. "Es algo así como el fenómeno emocional de beber otro poco para quitarte la resaca. Parte del estrés que sientes es consecuencia de tu dependencia". Esto significa que tienes niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, por lo que tendrás que tomar alcohol para volver a la "normalidad".
La flexibilidad es la señal clave. Si te decepciona que no haya alcohol y tienes problemas por no beber en una fiesta o en la casa de un amigo, es probable que tengas un problema. "Esa es una señal de dependencia", dice Landau.
¿Has utilizado el alcohol para reducir tu estrés? ¿Cuáles han sido los efectos secundarios negativos? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.
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