4 errores al hacer el presupuesto para la boda
Desde un principio establezcan los gastos necesarios para este día tan importante.
Cuando se trata de planear este gran evento, las ideas no tienen límites, hasta que recordamos con cuánto dinero contamos y ponemos los pies sobre la tierra. Las bodas cada vez se han vuelto más caras, hay que considerar la renta del lugar, la comida, el vestido, el alcohol, los invitados, entre otras cosas.
Si no se tiene cuidado, se puede acabar debiendo más de lo planeado, lo cual hará que tu vida en pareja no empiece de la mejor forma. Una manera de evitar este problema es considerando desde antes las cosas que podrían salir mal y poniéndole precio a cada una para no vaciar sus cuentas de ahorro.
Establecer un presupuesto muy bajo
El miedo de muchas parejas es gastar más de lo que deberían, por eso prefieren hacer a un lado cosas que tal vez no son muy importantes pero que al final hubieran querido tener ese día. Antes de empezar con la planeación, averigüen los precios de cada cosa, siéntense juntos y decidan qué pueden sacrificar. De esta forma tendrán un estimado y, si los números se elevan, sólo será un poco más de lo acordado.
Tener un “breakdown” emocional
Durante todo el proceso de planeación es normal sentirse muy emocional, no sólo por el gran paso que están a punto de dar como pareja, sino también por el estrés que conlleva tratar con las personas, los retrasos en las entregas y los precios tan altos en algunas cosas.
Distráiganse con ejercicio tomando una clase de yoga o con una tarde de películas en donde no se hable del tema. Es por eso que tantas parejas deciden irse a un spa después de la boda, para relajarse y olvidarse de todos los dolores de cabeza que pasaron.
Poner mucho dinero en los “detalles extra”
Aunque los vestidos de las damas se vean más bonitos con un collar o con un ramo como el de la novia y dar un recuerdo a cada invitado suene como una buena idea, esos pequeños gastos se pueden convertir en una gran suma. Puede parecer poco dinero al principio, pero cuando juntas toda la cantidad rebasará el presupuesto inicial. Por eso sigan el primer consejo y platíquenlo desde antes.
Invertir en la apariencia
Muchas parejas deciden dividir los gastos, otras son más tradicionales y la familia de la novia paga todo menos el vestido y la luna de miel, mientras que algunos prefieren costear cada quien lo suyo y los gastos de la iglesia y la fiesta dividirlos.
En fin, hay muchas opciones y todas son válidas, pero, tanto el novio como la novia, deben considerar si es necesario gastar tanto en un vestido que sólo se usará ocho horas o si esos zapatos de marca valen la pena.
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