7 mandamientos para novias tecnológicas
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7 mandamientos para novias tecnológicas


Si estás leyendo esto, no sólo es porque encontraste el mejor lugar para planear tu boda, sino que también eres una novia tecnológica. Hay mucho que los gadgets y las redes sociales pueden hacer por ti, pero debes ser cuidadosa. Cumpliendo con estos siete mandamientos estarás preparada para que la tecnología nunca juegue en tu contra:

1. No guardaré fotos de mi vestido en el celular

Ni en la tableta. Ni en ningún lugar al que tu novio tenga acceso. Tu vestido de novia es único y es uno de los elementos que causa más expectativa. No sólo los invitados quedarán deslumbrados cuando te vean con el vestido que hayas elegido: el principal objetivo es que también sea una sorpresa para tu novio. Si no resistes la tentación de tomarte fotos con el vestuario elegido, mantenlas bajo contraseña o pídele a alguien de confianza que las guarde con su vida.

2. No procrastinaré (o lo haré lo menos posible)

Hay una línea verdaderamente delgada entre buscar inspiración y procrastinar: ten cuidado con pasar más tiempo navegando en internet que organizando tu boda. Por un lado, ten presente que tu boda será perfecta porque es tuya, así que no necesitarás que tu vestido o tu ramo sean igualitos a las de las fotos que encontraste. Y, por otra parte, el tiempo es precioso, así que no lo gastes todo en la fase de inspiración porque te van a agarrar las prisas. Crea una carpeta para guardar los artículos y las fotos que te sirvan y después recurre sólo a ella: aunque las opciones sean infinitas, entre más cosas veas, mayor será la indecisión.

3. Mis amigos con Iphone no son fotógrafos profesionales

Esta no sólo es una fecha muy especial para ti: seguramente tus amigos y tu familia también quieren que todo salga perfecto. Por eso, si se están iniciando en la fotografía, o quieren ser DJs o maquillistas, probablemente se ofrezcan para ayudarte el día de tu boda. Sin embargo, piénsalo dos veces antes de aceptar: quizás no sea buena idea darles toda la presión que sólo un profesional está capacitado para soportar. Aunque tengan buenas intenciones, y aunque puedas ahorrar un poco de dinero, lo mejor es dejar que los expertos se encarguen: sólo ellos te garantizan que tendrás el recuerdo con la mejor resolución posible.

4. No compraré mi vestido de novia en internet

Internet está muy bien para comprar algunas cosillas, pero no puedes confiarle algo tan importante como tu vestido de novia: no importa qué tan detalladas sean las descripciones que den las páginas sobre sus vestidos, si no lo ves, no puedes saber cómo es realmente. No hay mayor seguridad que la de ir a una tienda, ver la variedad, seleccionar algo que te guste y medírtelo. No te dejes engañar por los precios muy bajos de las tiendas online: incluso si el vestido cumple con lo que promete, no habrá manera sencilla de hacerle arreglos en caso de que te quede un poco grande de aquí o un poco pequeño de acá y puede que termines pagando el doble de lo que tenías planeado.

5. Corazón antes que circuitos

No importa cuánto facilite la vida la tecnología: una invitación por Facebook no está a la altura de una invitación en papel. Quizás las invitaciones sean más costosas y tarden mucho más en estar listas, pero seguro en cuanto te las entreguen querrás guardar al menos una en un álbum o enmarcarla. Las invitaciones son un detalle muy personal, especialmente si elijes personalizarlas. Además, tal vez no todos tus invitados tengan internet: ¿y si a la abuelita se le olvida checar el Face? También toma esto en cuenta cuando tengas las fotos del día de la boda: sin duda vas a recibir muchos likes en Instagram y en Tumblr, pero no olvides imprimirlas.

6. Mis redes sociales no son mi confesionario

#PlanearTuBodaEsEstresante pero quizás contárselo a todo el mundo #NoEsBuenaIdea. Seguro pasarás por momentos de verdadera frustración, y te recomendamos que no te guardes tus sentimientos. Pero publicar tus problemas en redes sociales podría hacer sentir incómodos a quienes te están ayudando a planear tu boda y, además, no va a solucionar nada. Entre más postees sobre tu boda, menos te leerán y mayor expectativa negativa crearás para el gran día. Además, empezarás a desgastarte por los resultados que den tus publicaciones y te estresarás más aún. Lo mejor es que te desahogues con tu novio, con tu mamá, o con alguien que te escuche, pero en privado. Te sentirás mucho más aliviada que si cincuenta personas le dan like al problema que tuviste con tu vestido o con el salón de fiestas. Lo mismo aplica para lo positivo: entre más sorpresas tengas el día de la boda, más especial será. Así que espera y no muestres nada en tus redes, a pesar de que estés encantada con cómo van quedando los preparativos. #Sorpréndelos.

7. Más vale lápiz opaco que tablet brillando

Procura que todo lo que necesites para tu boda puedas tenerlo al alcance de tu mano. Es decir, que el trato que tengas con las personas del salón, con las del banquete, con la modista, la maquillista, el fotógrafo, el DJ… hasta con tus madrinas, sea lo más personal posible, porque en internet la comunicación falla cuando menos nos conviene. Así que todo respáldalo, por lo menos, con un teléfono de referencia. Lo mismo si guardas artículos o fotografías para inspirarte: anota todas tus ideas en una libreta. No sólo te servirá para activar tu creatividad y hasta como terapia, sino que tendrás el confiable respaldo de la tinta.



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