La moda vuelve a importarse por ti este 2016
Ha estallado. La industria de la moda evidencia que la combinación de elementos de la era pre-Internet y el mundo digital ha minado la creatividad (también la salud) de los diseñadores y se ha alejado de ti, consumidor. Ahora quiere conquistarte de nuevo. Pasarelas abiertas al público, eliminación de temporadas, imágenes blindadas hasta que las prendas lleguen a las tiendas... Estos son los grandes cambios que depara la moda.
Era evidente que algo pasaba. Algo insostenible. Precisamente en una época en que las marcas hablan, con la boca bien grande, de sostenibilidad, se olvidaron de dos cosas importantes: sus equipos creativos y sus clientes. En la era de Internet, el flujo de información es constante y abrumador, y las firmas pelean por destacar en el maremágnum de posts,tuits... De ahí a una saturación de los equipos de diseño de las firmas, entregados, muchas veces, a más de diez colecciones al año entre prêt-à-porter, Alta Costura, prefall, crucero, colaboraciones y ediciones limitadas.
Tales exigencias han minado la creatividad y, en algunos casos, la salud de los diseñadores. El pasado año finalizaba con la salida de Raf Simons de Dior, exhausto, y Alber Elbaz de Lanvin, aquejado de un sistema centrado en el marketing y alejado de la esencia de la creación. La moda ya no es para artistas. Como contaba a TELVA el diseñador Jason Wu, ahora director creativo de Hugo Boss, "somos hombres de números, de negocios, a este mundo no hemos venido sólo a soñar". Hablamos de vender.
El problema radica en que se han heredado conceptos de la era pre-Internet, como los desfiles y presentaciones, antes exclusivas de los miembros de la industria de la moda, y se han incorporado elementos digitales (presencia y difusión en redes sociales, streaming, compra directa de la pasarela), además de haberse creado nuevas estrategias puramente digitales, véase encuentros conbloggers, acciones con influencers, campañas únicamente digitales o productos multimedia con pretensiones de viralidad. Demasiado y muy desordenado.
Las marcas están cansadas. No pueden más. O, mejor dicho, sus equipos humanos. Por ello, Burberry ha sido la última firma en rebelarse. Ha anunciado que cancelará su desfile en la London Collections Men y lo sustituirá por un show comercial que unirá sus líneas masculina y femenina al tiempo que se adaptará al consumidor de dos formas: se podrá comprar todo al momento y serán colecciones sin temporada, nada de primavera/verano y otoño/invierno, de este modo, y llamándose "febrero" y "septiembre" (los meses en los que se presentará) tendrán una vocación internacional, velando por la diferencia de estaciones en todos los mercados del mundo.
Del mismo modo, el CFDA (Council of Fashion Designers of America) encargó a la consultora Boston Consulting Group que estudiara la viabilidad de una New York Fashion Week orientada al consumidor. El análisis comenzaba a principios de este año y llevará siete semanas, por lo que no tendrá repercusión en la edición de febrero de la pasarela neoyorquina. En declaraciones a WWD, Diane von Furstenberg, presidenta del CFDA, dijo: "Tenemos a diseñadores y compradores quejándose de los desfiles. Algo no se está haciendo bien desde que llegaron las redes sociales, la gente está confundida".
Y vaya que si está confundida. Porque cuando una colección llega a las tiendas lleva viéndose en Internet y redes desde seis meses atrás. En las imágenes destreet style, las insiders, bloggers e influencers ya han lucido las masterpieces de las colecciones, por lo que cuando éstas alcanzan las estanterías de las tiendas y grandes almacenes, para alguien medianamente informado, ya han perdido interés. Por ello dos firmas decidieron embargar las imágenes de su pre-colección de otoño 2016: Proenza Schouler y The Row. Mientras el resto de marcas las presentaban (menos Céline, que lleva años marcando sus propias normas) y comunicaban a prensa entre diciembre y enero, respetando, así, el que se asume como calendario oficial de la moda, éstas entendieron que sería"quemar" demasiado pronto las colecciones. Será en abril cuando las lancen. Eso sí, a las tiendas no llegará hasta agosto. Por lo que, igualmente, está adelantándose.
Con todo esto, todo apunta en que 2016 será el año del cambio definitivo de la moda. O, al menos, el que siente las bases para una nueva era más centrada en la realidad de la calle y los consumidores ahora que, lanzando piedras sobre nuestro propio tejado (los medios de comunicación), las firmas son capaces de contactar directamente con su público vía las redes sociales. Quizás vuelvas a importarle a la moda, de verdad.
Fuentes:http://www.telva.com/
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